Equipo de Rescate

Esta vez, una ascensión al Aneto, la montaña más alta del Pirineo, con 3404 metros de altura. Subimos...bajamos...nos cansamos como burros...y disfrutamos.

Quiero mandar un saludo a Carlos, que pisó por primera vez la alta montaña y tuvo, seguro, una experiencia intensa y gratificante.

Y otra rama...y van...bueno, creo que a nadie le da por contar la cantidad de servicios a los que va. Este es uno más y os recuerdo que pronto, muy pronto, llegará la época de las lluvias y los vientos y tendremos muchas ramas, muchos achiques y muchos saneados.

En la guardia del dia 26 tuvimos una fuga de agua grande al romper una máquina una tubería de gran diámetro mientras realizaba trabajos en el antiguo cauce del río, junto a las pistas de atletismo. Se produjo una gran piscina debajo del puente de Campanar. ¿La solución?: abrir y limpiar las trapas del alcantarillado para permitir la evacuación del agua y esperar a Aguas Potables para que corte el agua donde considere oportuno.

No se de donde viene lo de "tener mano izquierda", pero se que se aplica, en ciertas ocasiones, al hecho de saber solucionar de manera inteligente y sutil una situación, relacionada con personas, que de otra manera acabaría en discusión o disputa. Admiro esa cualidad en una persona. Creo que algunos lo llaman tener "inteligencia emocional", otros lo llaman saber torear y otros saber capear el temporal.

Pienso que un mando debe tener, entre otras, esa capacidad. Porque nos enfrentamos a muchas situaciones, y muchas de ellas peligrosas, pero no deberíamos olvidar que también tratamos con personas. Y en muchas ocasiones ellos valoran el peligro de manera distinta, y necesitan ser tranquilizados.

La guardia pasada acudimos a un servicio de fuga de gas: la policia reclamaba nuestra presencia porque unas personas olían a gas en la calle. Nos personamos y después de un rato con el detector en la mano y olisqueando arriba y abajo, ni el detector ni nuestro olfano localizaron nada. Sin embargo uno de los hombres que avisó del olor se empeño en que había olido a gas, concretamente a gas ciudad. No butano, ni metano, ni otro tipo de gas...no...gas ciudad.

Ese es el momento en el que hay que tener mano izquierda, el momento de perder cinco minutos en vez de plantarte delante del hombre y decirle: "mire usted, llevo 15 años de servicio y, a no ser que esté muy claro, no soy capaz de distinguir entre el olor a gas ciudad y el olor de una alcantarilla. Así pues, como mi detector último modelo tampoco huele a nada, nos vamos...".

En vez de eso, lo que hizo el mando fue decirle: "Mire, como es usted el que ha olido a gas y no quiero irme sin asegurarme de que no existe ningún peligro, le propongo que me acompañe unos metros en la dirección de donde usted cree que provenía el olor, para cerciorarnos de que ya no lo detecta"...IR: 2 minutos, OLER: 1 minuto, VOLVER: 2 minutos, TOTAL: 5 minutos...regresamos a parque. Problema solucionado, todos contentos.

No todos hubieran hecho lo mismo...

Este servicio lo tuvimos el 13 de Agosto. La reportera de Canal 9 me preguntó: "¿crees que ha sido intencionado?"...le respondí con amabilidad: "lo siento, yo solo me dedico a apagarlo". Y es cierto...sólo soy bombero...

Que el motor de una máquina expendedora se queme es motivo suficiente para que un local del tamaño de la planta baja de la bolera de la calle Llombai se llene de humo. Así, el servicio de ayer a primera hora se limitó a tirar un extintor de CO2, abrir la máquina para que salga el humo contenido, faenita que hizo un compañero con tres cosas: mucha habilidad y dos trozos de alambre (nos juró que antes de ser bombero no fué ladrón, jajajaja), y evacuar el local de humo.

El servicio anterior y una sartén ardiendo con el resultado de una persona joven trasladada al hospital con algunas quemaduras fue toda la faena que tuvimos en la guardia de ayer.