Hola?...señora?...somos los bomberos!!...eso dijimos mi compañero y yo cuando entramos por el balcón de la vivienda de la señora Carmen. Encendí la linterna de mi casco, y aspiré la primera bocanada de aire del interior de la vivienda, cerrada a cal y canto y con un fuerte olor a orín.
La señora Carmen respondió de inmediato: Aquí!!!, aquí!!!...y unos quejidos nos guiaron hasta la anciana que yacía en el suelo de su habitación, detrás de la cama, en camisón y tendida todo lo larga que era de lado sobre su brazo derecho...
Aunque pueda parecer que lo que he escrito antes sea sacado de una novela, lo cierto es que es un servicio al que hemos acudido sobre las seis de la tarde de hoy. La señora Carmen tenía el brazo derecho y la mano hinchadas y amoratadas y, seguramente, el hombro desencajado de la caída, había pasado la noche anterior y todo el día de hoy tumbada en el suelo sin poder levantarse, intentando desesperadamente que alguien la oyera y la auxiliara...
La hemos incorporado y postrado en su cama a la espera de la ambulancia. Luego, con mucho esfuerzo debido a lo angosto de la escalera, la hemos bajado hasta la ambulancia, que la ha trasladado al hospital.
Lo cierto es que me gustaría llamaros la atención acerca del gran número de servicios que tenemos de estas características. Personas mayores...NUESTROS MAYORES...sólos en sus casas, sin poder casi valerse por ellos mismos. ¿Donde están sus familiares?, ¿donde están sus vecinos?, ¿donde está el Estado?...¿donde estamos todos nosotros?...
Tal vez son demasiadas preguntas las que me hago, pero lo cierto es que ocurren cosas que no deberían ocurrir, y creo que en muchas ocasiones nos dedicamos a cosas que no tienen la importancia que les damos, y descuidamos otras mucho más importantes.
Y una de las grandes verdades de esta vida es que, sin ninguna duda, tarde o temprano nosotros también nos haremos viejos, y si eso no ocurre...es que algo no ha ido bien. Buenas noches a todos...
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23:44 by
Equipo de Rescate
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opinión
Cuando me hice bombero me resultó curioso que mis superiores no permitieran que en un mismo turno trabajaran bomberos de una misma familia, o unidos por algún tipo de parentesco: primos, marido y mujer (como, de hecho, tengo algunos compañeros). Con el tiempo he comprendido el porqué de esta regla. Esta tendencia se ha ido relajando con el paso del tiempo, de manera que tengo a un compañero bombero y a su padre trabajando, a veces, el mismo dia en el mismo parque.
Yo pensaba antes (porque hay ocasiones en las que es necesario pensar con esta frialdad) que el motivo era que, en el caso de tener un accidente, las probabilidades de que mueran dos bomberos de una misma familia son, evidentemente, mucho más altas, lo cual representaría una tragedia mucho mayor, si cabe.
Pero ese no es el motivo. El motivo es "la distancia emocional": imaginaos que vamos a un incendio y la vivienda que se quema es la de nuestros padres, que vamos a un accidente de tráfico y vemos que el vehículo siniestrado es el de nuestro hermano...sencillamente después del segundo servicio, no podríamos seguir siendo bomberos porque acabaríamos desquiciados, locos.
La distancia emocial de las víctimas es lo que nos permite poder ejercer este trabajo, ver lo que vemos y no bloquearnos. Porque, al final, todos estamos hechos de la misma pasta, y si no valgan algunos ejemplos de que cuando esa distancia se acorta, la faena se complica:
Se dice que en nuestro trabajo abundan ese tipo de casualidades que por lógica no deberían ocurrir, que la teoría de la probabilidad nos dice que no deberían ocurrir.
Y lo cierto es que a mi, personalmente me han ocurrido dos: una de ellas sucedió al acudir a un accidente de tráfico...al llegar al lugar vi un vehículo que había colisionado contra una farola, y otro cerca de éste, con algunos desperfectos. Nada más ver el primer vehículo me vino a la mente la imagen del coche de mi mejor amigo...mire a la derecha del coche y vi a...mi mejor amigo. Por suerte a él no le había pasado nada, pero yo necesité una infusión tranquilizante. En el segundo caso, fué al dia siguiente de trabajar cuando me llamó mi hermano para contarme que la noche anterior habia tenido un incendio en su casa, pero que logró controlarlo, con quemaduras leves en las plantas de los pies. Si no hubiera logrado controlar el incendio, hubieramos sido mis compañeros y yo los que acudiéramos al siniestro. Mientras me lo contaba se me aceleró el corazón, pero, ¿como habría reaccionado si, durante la noche, hubiera sonado la alarma de incendio y nos hubieran pasado la dirección de la casa de mi hermano?...
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14:31 by
Equipo de Rescate
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práctica
Y...EL DRAGÓN
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16:08 by
Equipo de Rescate
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práctica
Es evidente que hay que practicar. Porque algo tan sencillo como un extintor, puede, a la hora de manejarlo, exigir cierta técnica para poder sacarle el máximo rendimiento, sino, es como si ordeñaras una vaca con guantes de boxeo. En la práctica del sábado, nos lo pasamos a tope y, como no, cometimos errores, muchos extintores fallaron...en definitiva, lo que debe pasar, y es bueno que pase en las prácticas para poder aprender, es decir, que salgan las cosas mal. Ahí van unas fotitos para que veais lo bien que nos lo pasamos...
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13:09 by
Equipo de Rescate
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opinión
Donde trabajo dicen que llevamos zapatos con velcro porque más de uno no sabría atarse los zapatos si usáramos cordones...así pues, hablar de cuerdas semiestáticas, de poleas, mosquetones, polipastos...sería absurdo, inútil, estúpido. Pero creo que el ser humano tiene algo de absurdo. Es capaz de llegar a la luna, y también de matarse en un semáforo porque el vecino de atrás ha pitado más de la cuenta.
Yo, por mi parte, sigo soñando despierto. Sueño que los que toman decisiones lo hacen con sentido común, razonadamente, y no pensando en la imagen. Sueño que los que gastan dinero lo hacen por el bien general, y no compran máquina caras que figuran muy bien en los periódicos, pero imposibles de amortizar. En definitiva, sueño que piensan hacia abajo y no hacia arriba. En nosotros, los bomberitos de a pie y en los ciudadanos y no en los que están por encima de ellos.
Y yo, que en el fondo soy un soñador, cuando entreno todos los dias, observo mientras corro los edificios, las grúas, los andamios de las obras, y voy rescatando víctimas...a un obrero que ha sufrido un accidente en lo alto de una grúa, a un ciudadano que, transtornado, intenta tirarse desde su balcón...visualizo la situación, localizo anclajes, determino el material necesario, el personal necesario, hago un cálculo aproximado de cargas, resistencias, monto los sistemas necesarios y...salvo a la víctima.
Mientras tanto, el caro autobrazo de cincuenta metros, nuevo, reluciente, sigue aparcado en la nave de vehículos, y nosotros seguiremos acudiendo a solucionar problemas con nuestros escasos conocimientos y nuestro estúpido "equipo personal"...
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Otra guardia más. Y aprovecho la noche para, amparado en la relativa tranquilidad de mi cuarto, escribir algo sobre lo que ha acontecido hoy. Como siempre, las veinticuatro horas que estamos de guardia se pasan, por lo menos es mi impresión, rápidas, y no te da tiempo a hacer muchas de las cosas que tenías previstas. No importa, creo que es una buena sensación que significa que estoy a gusto en mi trabajo.
Aunque lo cierto es que hoy tampoco ha pasado nada fuera de lo común: un aviso de incendio, como no, a medio día, que se ha resuelto en el típico despiste del señor mayor al hacer la comida, un poco de humo y nada más. Por la tarde una fuga de gas, cuando hemos llegado al lugar, una ambulancia se ha llevado a un chaval inconsciente por inhalación. El mismo médico nos ha dicho que creía que el chico estaba fingiendo...curioso. Y, por último, de momento, acabamos de regresar de un accidente de tráfico, donde un vehículo se ha empotrado de lado contra una farola, pero sin ningún daño personal.
Hoy me ha tocado conducir, y no me gusta, aunque mis compañeros y yo nos ayudamos mucho en la dificil tarea de localizar la calle donde tenemos que dirigirnos. Conduciendo me siento un poco como un taxista, y no como un verdadero bombero, porque cuando llegamos al sitio son mis compañeros los que empiezan a trabajar, y yo el que termino, aunque reconozco que la tarea del conductor es importante y complicada.
Bueno, me despido por hoy. Como en todas las guardia, terminaré de ver una película y me iré a dormir, hasta que termine mi guardia o se enciendan las luces y tengamos que salir corriendo a solucionar algún problema. Buenas noches a todos...
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1:50 by
Equipo de Rescate
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opinión
He reflexionado acerca de aquellos sucesos que te dejan huella, aquellas situaciones por las que pasas y tardas en olvidar, y es posible que siempre lleves algo de ellas contigo.
En mi caso, me di cuenta hace un tiempo, y hoy he vuelto a darme cuenta, de un hecho cuanto menos curioso: cuando te ocurre algo, aquello que te ocurre entra en tu cerebro por tus ojos, por tus oidos...por todos tus sentidos. Sin embargo hay un sentido que parece el favorito de mi cerebro, al que atiende con especial dedicación, ese es el olfato, de manera que soy capaz de olvidar el suceso en imágenes, mientras que lo recuerdo en olores, y eso muchas veces es bueno, grato, pero algunas otras es todo lo contrario...
Soy bombero...y la próxima vez me pondré el ERA...
(ERA: Equipo de Respiración Autónomo)
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